Detrás de cada persona que deja el CIT hay experiencias, aprendizajes, emociones, conocimientos y muchas cosas más. Esperamos haber sido capaces de darles todo lo que necesitaban para hacer del mundo su hogar. Sabemos que salen del CIT como personas valientes, con sueños y aspiraciones capaces de conseguir todo lo que se propongan tanto profesional como personalmente. Estamos muy orgullosos de todos y cada uno de ellos. Por supuesto, de los que han alcanzado excelentes resultado académicos, de los que han conseguido sacar un bachillerato que se les ha hecho cuesta arriba, de los que se han superado emocionalmente o socialmente superando retos increíbles, de los que se han sacado un Diploma en un idioma que no es el suyo o de los que han llegado aquí para empezar de cero desde otra realidad cultural. Todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas son importantes para nosotros y por eso, nos enorgullece compartir con vosotros sus historias:
Como colegio, creemos que tenemos la responsabilidad de crear un mundo de posibilidades. Creemos que el colegio debe ser un lugar de vida, un lugar para aprender y para vivir una gran diversidades de experiencias académicas y no solo, que permita a nuestros alumnos salir de aquí conociéndose a él mismo y con un portfolio completo que demuestre todas las actividades y oportunidades que ha tenido en sus años con nosotros. Queremos que aprendan, en los próximos años, a ser personas equilibradas con la formación necesaria para hacer frente a los retos actuales y futuros que tengan que enfrentar siempre en un entorno de seguridad y afecto.
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